La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
La dignidad del hombre requiere que obre según su libre elección, sin ninguna coacción externa.
No desprecies el recuerdo del camino recorrido. Ello no retrasa vuestra carrera, sino que la dirige; el que olvida el punto de partida pierde fácilmente la meta.
Si quieres la paz, lucha por la justicia.
Se puede pecar contra la verdad lo mismo por omisiones calculadas como por informaciones inexactas.
La paz se llama hoy desarrollo de los pueblos, a los que todavía faltan demasiadas cosas necesarias a la vida