Prefiero ser el primero en una aldea que el segundo en Roma.

Es un axioma que aquel a quien todos conceden el segundo lugar, tiene méritos indudables para ocupar el primero.

Nada es más fácil que censurar a los muertos.

Nada es tan difícil que no pueda conseguir la fortaleza.

Los hombres creen gustosamente aquello que se acomoda a sus deseos.

Los cobardes agonizan muchas veces antes de morir... Los valientes ni se enteran de su muerte.

Amo la traición, pero odio al traidor.