La traición jamás triunfa porque, si lo hace, nadie se atreve a llamarla traición.
La traición no es más que la propia identidad del ser cobarde.
Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.
La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura.
Con ciertas personas vale más ser traicionado que desconfiar.
Nada es más fácil que censurar a los muertos.
Nada es tan difícil que no pueda conseguir la fortaleza.
Los hombres creen gustosamente aquello que se acomoda a sus deseos.
Los cobardes agonizan muchas veces antes de morir... Los valientes ni se enteran de su muerte.
Prefiero ser el primero en una aldea que el segundo en Roma.