Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos.
Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que, constante y paciente, la sostiene en la sombra.
Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo.
El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien.
La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes.
La amistad lo es todo. La amistad vale más que el talento. Vale más que el gobierno. La amistad vale casi tanto como la familia.
Un abogado con su maletín puede robar más que cien hombres con pistolas.
Un hombre que no sabe ser un buen padre, no es un auténtico hombre.
Amistad y dinero: petróleo y agua