El más difícil no es el primer beso, sino el último.
El único idioma universal es el beso.
Mi casa se puebla de arlequines cuando hay ruido de besos en el aire.
Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado.
No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos.
La poesía huye, a veces, de los libros para anidar extramuros, en la calle, en el silencio, en los sueños, en la piel, en los escombros, incluso en la basura. Donde no suele cobijarse nunca es en el verbo de los subsecretarios, de los comerciantes o de los lechuginos de televisión.
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.
Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño.
El amor es una epidemia que se acaba con el tiempo
Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren