El toreo es un doble ejercicio físico metafísico de integración espiritual en el que se valora el significado de lo humano heroicamente o puramente: en cuerpo y alma, aparentemente inmortal.
El torero sigue siendo mítico y, cuando expresa la valentía el pueblo se enardece y los viejos entusiasmos reaparecen.
No falta razón, que esta fiesta bruta sólo ha quedado en España, y no hay nación que una cosa tan bárbara e inhumana si no es España consienta.
El arte de torear consiste en convertir en veinte minutos a un bello animal en una albóndiga sangrante ante un público alborozado.
Si los espectáculos cultos ponen ante mis ojos un mundo de inmoralidad y una exuberancia de lujo que ciega mis ojos al tocar al corazón, hoy tengo derecho a mis corridas de toros.
Si no somos corresponsables del pasado, tampoco tendremos derecho a reclamarnos legítimos propietarios del futuro.
La envidia es el más sociable de los vicios. Proviene de nuestro carácter de animales gregarios.
Mi sueño es el de Picasso; tener mucho dinero para vivir tranquilo como los pobres.
El aburrimiento es la explicación principal de por qué la historia está tan llena de atrocidad.
Uno no puede hacer nada por las personas que ama, sólo seguir amándolas.