Muy frecuentemente las lágrimas son la última sonrisa del amor.
Si lloras de alegría, no seques tus lágrimas: las robas al dolor.
Desprecia al hombre orgulloso que se avergüence de verter lágrimas.
Dos especies de lágrimas tienen los ojos de la mujer: de verdadero dolor y de despecho.
Las lágrimas son la sangre del alma.
El amor tiene fácil la entrada y difícil la salida.
El oro es como las mujeres, que todos dicen mal de ellas y todos las desean.
La verdad de ninguna cosa tiene vergüenza sino de estar escondida.
Que pobreza no es vileza mientras no hace cosas malas.
No hay placer que no tenga por límite el pesar.