El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
Cuando nuestro odio es demasiado profundo, nos coloca por debajo de aquellos a quienes odiamos.
Si las masas pueden amar sin saber por qué, también pueden odiar sin mayor fundamento.
El odio nunca es vencido por el odio sino por el amor.
No desprecies a nadie: un átomo hace sombra.
La gente habla de la mayoría de edad. Eso no existe. Cuando uno tiene un hijo, está condenado a ser padre durante toda la vida. Son los hijos los que se apartan de uno. Pero los padres no podemos apartarnos de ellos.
Nunca convencerás a un ratón de que un gato negro trae buena suerte.
Los historiadores son personas que se interesan por el futuro cuando éste ya es pasado.
La mayoría de las personas prefieren confesar los pecados de los demás.
Si conociéramos el verdadero fondo de todo tendríamos compasión hasta de las estrellas.