Para las mujeres el mejor afrodisiaco son las palabras; el punto G está en los oídos, el que busque más abajo está perdiendo el tiempo.
La palabra verdadera no es nada más que la resonancia del silencio.
Examinad bien vuestras palabras y encontrareís que, aun cuando no teneis ningún motivo para ser falsos, es muy dificil decir la verdad exacta.
Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas.
Una palabra hiere más profundamente que una espada.
Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.
Al que mal vive, el miedo le sigue.
La poesía tal vez se realza cantando cosas humildes.
Donde hay música no puede haber cosa mala.
El hacer el padre por su hijo es hacer por sí mismo.