Entre las cualidades más esenciales del espíritu humano está la confianza en uno mismo y el crear confianza en los demás.
La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la preguntas.
La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan.
Confianza es el sentimiento de poder creer a una persona incluso cuando sabemos que mentiríamos en su lugar.
Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado.
Es locura manifiesta vivir precariamente para poder morir rico.
El hombre feliz es más raro que un cuervo blanco.
La integridad del hombre se mide por su conducta, no por sus profesiones.
Haz de manera que seas tú admirado y no lo que te pertenece.
El mayor crimen es preferir la vida al honor y, por vivir la vida, perder la razón de vivir.