Antes que nada y sobre todo, prodiguemos la luz. Todo saneamiento comienza por un amplio abrir ventanas. Abramos las inteligencias de par en par. Ventilemos las almas.
El sol, el agua y el ejercicio conservan perfectamente la salud a las personas que gozan de una salud perfecta.
Los médicos no son para eso; su misión es recetar y cobrar; el curarse o no es cuenta del enfermo.
La única manera de conservar la salud es comer lo que no quieres, beber lo que no te gusta, y hacer lo que preferirías no hacer.
El secreto para tener buena salud es que el cuerpo se agite y que la mente repose.
El precio de la grandeza es la responsabilidad.
La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son.
Un optimista ve la oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.
Esforzaos por mantener las apariencias: el mundo os dará crédito para el resto.
Una buena conversación debe agotar el tema, no a sus interlocutores.