Morir, morir... Morir no es nada. Empieza pues por vivir. Es más divertido y más largo.
Jamás mueren en vano los que mueren por una causa grande.
Cuando vienes al mundo, lloras. Cuando mueres, el mundo calla.
Mientras pensaba que estaba aprendiendo a vivir, he aprendido cómo morir.
Cuando no se ha sabido vivir, menos aún puede saberse morir.
Muchos que se adelantaron a su tiempo tuvieron que esperarlo en sitios poco cómodos.
El progreso de la medicina nos depara el fin de aquella época liberal en la que el hombre aún podía morirse de lo que quería.
Cuando saltes de alegría, cuida de que nadie te quite la tierra debajo de los pies.
La ignorancia humana no permanece detrás de la ciencia, crece tan rápidamente como ésta.
Cuando el agua te llega al cuello, no te preocupes si no es potable.