El que no es bello a los veinte, ni fuerte a los treinta, ni rico a los cuarenta, ni sabio a los cincuenta, nunca será ni bello, ni fuerte, ni rico, ni sabio.
Un padre vale por cien maestros.
La indignación moral no es más que envidia con aureola.
En todas las tierras el sol sale al amanecer.
No frecuentes las malas compañías, no sea que aumente su número.