Aprecio al dinero más que a todas aquellas cosas que el dinero puede dar, pero menos que a las cosas que no podrán nunca alcanzarse con el dinero y que son las más excelentes aun en esta misera vida.
Una recta economía nunca se olvida de que no siempre es posible ahorrar; quien pretende economizar siempre, está perdido aun moralmente.
Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos.
El dinero lo ganan todos aquellos que, con paciencia y fina observación, van detrás de los que lo pierden.
Somos gente extraña. Nos pasamos la vida haciendo cosas que detestamos con objeto de ganar dinero para comprar cosas que no necesitamos e impresionar a personas que no nos caen bien.
Toda lengua es un templo, en el cual está encerrada, como en un relicario, el alma del que habla
Ningún amor más verdadero que aquel que muere no revelado
El rumor de un beso no es tan fuerte como el de un cañón, pero su eco dura mucho más
La vida es un haz de pequeñas cosas
La vida es una enfermedad fatal y extraordinariamente contagiosa