En realidad, prefiero la ciencia a la religión. Si me dan a escoger entre Dios y el aire acondicionado, me quedo con el aire.
La ciencia es respecto del alma lo que es la luz respecto de los ojos, y si las raíces son amargas, los frutos son muy dulces.
El fin de la ciencia especulativa es la verdad, y el fin de la ciencia práctica es la acción.
La ciencia es la estética de la inteligencia.
La ciencia que se aparte de la justicia más que ciencia debe llamarse astucia.
La prueba suprema de virtud consiste en poseer un poder ilimitado sin abusar de él.
Cuando la lucha entre facciones es intensa, el político se interesa, no por todo el pueblo, sino por el sector a que él pertenece. Los demás son, a su juicio, extranjeros, enemigos, incluso piratas.
El político debe hablar y obrar muchas veces sin haber pensado ni leído.
Los políticos tímidos e interesados se preocupan mucho más de la seguridad de sus puestos que de la seguridad de su país.