Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera.
Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti.
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.
Prefiero que me incineren a que me sepulten y ambas cosas a un fin de semana con mi mujer.
Frío e insípido es el consuelo cuando no va envuelto en algún remedio.
Mi trabajo es cantar todo lo bello, encender el entusiasmo por todo lo noble, admirar y hacer admirar todo lo grande.
Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene.
El elogio oportuno fomenta el mérito, y la falta de elogio lo desanima.
Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos.
Para pedestal, no para sepulcro, se hizo la tierra, puesto que está tendida a nuestros pies.