Sed pródigos, muy pródigos; si queréis lograr vuestro objetivo, procurad interesar a los hombres, ya que es difícil contentarlos.
El fin justifica los medios.
Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta, mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja.
Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis.
El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante.
Los libros son el mejor viático que he encontrado para este humano viaje.
Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo.
Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara.