Muy frecuentemente las lágrimas son la última sonrisa del amor.
No sé yo que haya en el mundo palabras tan eficaces ni oradores tan elocuentes como las lágrimas.
Si lloras de alegría, no seques tus lágrimas: las robas al dolor.
Dos especies de lágrimas tienen los ojos de la mujer: de verdadero dolor y de despecho.
Las lágrimas son la sangre del alma.
El único idioma universal es el beso.
Lo malo del amigo es que nos dice las cosas desagradables a la cara; el enemigo las dice a nuestras espaldas y como no nos enteramos, nada ocurre.
Quien quiere a su madre no puede ser malo.
Lo más ofensivo que pueda lanzarte a la cara tu peor enemigo no se compara con lo que tus amigos más íntimos hablan de ti a tus espaldas.
No hay auténtico genio sin paciencia.