Un optimista ve la oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.
Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro.
El optimismo es la creencia de que todo es hermoso.
El optimista cree en los demás y el pesimista sólo cree en sí mismo.
Optimista es aquel que cree que todo está bien menos el pesimista; y, pesimista, aquel que cree que todo está mal, excepto él mismo.
La religión sirve para ayudarnos y consolarnos ante unos problemas que no tendríamos si no existiese la religión.
Los amigos son para las ocasiones, salvo en determinados círculos político-económicos, en los que las ocasiones son para los amigos.
Gracias a la guerra uno no sólo puede morir por sus ideales, sino que incluso puede morir por los ideales de otro.
La caridad es la única virtud que precisa de la injusticia
El cine ayuda a soñar La televisión a dormir