El que tiene miedo de la pobreza no es digno de ser rico.
No puede terminarse con la explotación del pobre por medio de la destrucción de unos cuantos millonarios, sino eliminado la ignorancia del pobre y enseñándole a no cooperar con sus explotadores.
La pobreza es un gran enemigo de la felicidad humana. Destruye la libertad y hace impracticables algunas virtudes y sumamente difíciles otras.
Sólo hay una clase de la sociedad que piensa más en el dinero que los ricos, y son los pobres. Los pobres no pueden pensar en otra cosa. En eso consiste la tragedia de ser pobre.
El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo.
El hombre que se levanta es aun más grande que el que no ha caído.
Para el espíritu, como para el cuerpo, lo que limita la acción menoscaba la alegría.
El mejor homenaje que puede tributarse a las personas buenas es imitarlas.
El aburrimiento es la suprema expresión de la indiferencia.
La pasión no es una especie de monstruo, como tal vez imaginamos: su deformidad está en su violencia. Todo afecto, toda inclinación, todo deseo, puede llegar a ser pasión, y las pasiones, aunque nos parezca que nacen gigantes, porque realmente lo son cuando las notamos, tuvieron un momento en que fueron afectos, inclinaciones, deseos moderados.