Pensar es buscar claros en un bosque.
Es muy importante acostumbrarse a pedir aclaraciones al otro, a preguntarle detalles, a invitarle a definir sus tesis con precisión. Así, a la vez que se aprende a escuchar se ayuda a pensar al otro.
Pienso, luego existo.
Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá sea esta la razón por la que tan pocas personas lo practican.
Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde.
El hombre que se levanta es aun más grande que el que no ha caído.
Para el espíritu, como para el cuerpo, lo que limita la acción menoscaba la alegría.
El mejor homenaje que puede tributarse a las personas buenas es imitarlas.
El aburrimiento es la suprema expresión de la indiferencia.
La pasión no es una especie de monstruo, como tal vez imaginamos: su deformidad está en su violencia. Todo afecto, toda inclinación, todo deseo, puede llegar a ser pasión, y las pasiones, aunque nos parezca que nacen gigantes, porque realmente lo son cuando las notamos, tuvieron un momento en que fueron afectos, inclinaciones, deseos moderados.