Si no esperas lo inesperado no lo reconocerás cuando llegue.
Hay que esperar cuando se está desesperado, y andar cuando se espera.
Frente a la muchedumbre, los mediocres son los más elocuentes.
Los ricos no pueden comprar el privilegio de morir viejos.
Cuando las calamidades caen sobre un Estado, se olvidan los dioses y nadie se preocupa de honrarlos.
Dícese que los regalos persuaden aun a los dioses.
Hasta las desdichas han de sentirse con moderación