Incluso si la contaminación fuese un riesgo para la vida humana, debemos recordar que la vida en la Naturaleza, sin tecnología, es un matadero al por mayor.
La naturaleza ha puesto en nuestras mentes un insaciable deseo de ver la verdad.
Sólo podemos dominar la naturaleza si la obedecemos.
La naturaleza es verdaderamente coherente y confortable consigo misma.
La proporción entre la obra humana y la naturaleza es la misma que media entre el hombre y dios.
Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas.
Todo lo desconocido se supone maravilloso.
De lejos es mayor el respeto.
Cuando gozamos de salud, fácilmente damos buenos consejos a los enfermos.
En un espíritu corrompido no cabe el honor.