La ley de la gravedad no es responsable de que la gente se enamore.
El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto.
Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor.
La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.
A veces cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes.
El esclavo sólo tiene un dueño; el ambicioso, tantos como personas le pueden ser útiles a su fortuna.
Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído.
La muerte no llega más que una vez, pero se hace sentir en todos los momentos de la vida.
Frecuentemente es más breve y más útil adaptarse a los otros que hacer que los demás se ajusten a nosotros.