Cuando se es amado, no se duda de nada. Cuando se ama, se duda de todo.
El hombre y la mujer han nacido para amarse; pero no para vivir juntos. Alguien ha hecho observar que los amantes célebres de la historia han vivido siempre separados.
A veces el amor une a dos seres que no saben nadar y viven en dos islas distintas: nunca se podrán reunir a pesar del amor.
Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta.
El sexo forma parte de la naturaleza, y yo me llevo de maravilla con la naturaleza.
Los negocios de la humanidad nos inspira los corazones de los hombres nobles de dos maneras: admiración o lastima.
En las matemáticas es donde el espíritu encuentra los elementos que más ansía: la continuidad y la perseverancia.
Los hombres de acción no tienen vida interior y, por lo mismo, no son desgraciados. Nunca es el acontecimiento exterior contrario lo que hace desgraciados a los hombres, sino el alma en pena que se les mueve dentro, viajera por mares extraños de pensamientos solitarios.
Juzgamos las acciones humanas no por lo que son, sino por el disgusto o el placer que nos causan.
Los cambios, aun los mas ansiados, llevan consigo cierta melancolia.