El hombre que no sufre es una máquina mal compuesta, una criatura defectuosa, un mutilado moral, un aborto de la naturaleza.
En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días.
Quien sabe de dolor, todo lo sabe.
Hay dolores que matan: pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ellas.
El dolor que no se desahoga con lágrimas puede hacer que sean otros órganos los que lloren.
Ningún efecto procedente de la razón puede durar eternamente, porque los deseos de los hombres suelen cambiar según las influencias del cielo.
No hay mayor dolor que recordar los tiempos felices desde la miseria.
Sé firme como una torre, cuya cúspide no se doblega jamás al embate de los tiempos.
Si no se modera tu orgullo, él será tu mayor castigo.
Vuestra fama es como la flor; que brota y muere; y la marchita el mismo sol que la hizo nacer de la acerba tierra.