El hombre que no sufre es una máquina mal compuesta, una criatura defectuosa, un mutilado moral, un aborto de la naturaleza.
En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días.
Quien sabe de dolor, todo lo sabe.
Hay dolores que matan: pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ellas.
El dolor que no se desahoga con lágrimas puede hacer que sean otros órganos los que lloren.
El amor es más fuerte que la muerte, y la muerte es más fuerte que el olvido.
¡La ambición! Inmortal óleo divino con que Dios purifica el barro humano.
¡Siendo de dos una tristeza, ya no es tristeza, es alegría!
¡Que enmudezcan nuestras lenguas y empiecen a hablar las manos!
Nada es barato ni caro, todo es igual en la vida... Las cosas valen tan sólo lo que cuesta conseguirlas