Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos.
Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que, constante y paciente, la sostiene en la sombra.
Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo.
El tiempo hace estragos en la gratitud, aún más que en la belleza.
El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien.
Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.
La pobreza es un gran enemigo de la felicidad humana. Destruye la libertad y hace impracticables algunas virtudes y sumamente difíciles otras.
La curiosidad es una de las permanentes y seguras características de un intelecto vigoroso.
En la mayoría de los hombres, las dificultades son hijas de la pereza.
Se puede tener por compañera la fantasía, pero se debe tener como guía a la razón.