Demasiado poco valor es cobardía y demasiado valor es temeridad.
El hombre que se mantiene en el justo medio lleva el nombre de sobrio y moderado.
Es bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha.
Igual virtud es moderarse en el gozo que moderarse en el dolor.
Un hombre desenfrenado no puede inspirar afecto; es insociable y cierra la puerta a la amistad.
Porque no mucho saber harta y satisface al ánima, mas el sentir y gustar de las cosas internamente
Alcanza la excelencia y compártela
El examen de conciencia es siempre el mejor medio para cuidar bien el alma
¿Qué queréis, Señor, de mí?
La renuncia de la voluntad propia vale más que resucitar a los muertos