Si quieres destruir la avaricia, debes destruir el lujo, que es su padre.
Las valiosas presas convierten en ladrones a los hombres honrados.
Dos gorriones sobre la misma espiga no estarán mucho tiempo juntos.
El avaro se roba a sí mismo. El pródigo, a sus herederos.
El no ser codicioso es ser rico, y el no tener la manía de comprar es una renta.
Economía no es avaricia, antes bien, es virtud el guardar para los tiempos calamitosos, aun cuando no sea sino en consideración a los herederos
Quien bien quiere bien obedece
El azote pasó. Los grandes criminales deben ser condenados inexorablemente; los secuaces y ciegos instrumentos, generosamente perdonados
Si es necesario morir porque digo la verdad aquí estoy: las amenazas no bastan, deben verificarse; ¿acaso es amable la vida cuando se la vive tan odiosa?
Hagamos una guerra de virtudes si es posible, procurando cada cual superar al enemigo en honradez, buena fe, magnanimidad