Cuando debo asignar una tarea pesada se la doy a un perezoso; seguro que hallará una manera fácil de llevarla a cabo.
La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla.
Una y otra vez se aferra uno a las cosas a las que ha tomado cariño y piensa que se trata de fidelidad, pero es sólo pereza.
Un hombre perezoso es un reloj sin cuerda.
La pereza marcha con tanta lentitud que la pobreza no tarda en alcanzarla. Haz marchar tus asuntos antes que ellos te espoleen.
Dentro de cada problema se encuentra una oportunidad
La emoción de ganar deber ser mayor al miedo de perder
Uno no sabe cual es el precio correcto hasta que obtenga una contra parte que desee el trato
La mayoría de las personas tienen un precio. Y tienen un precio debido a las emociones humanas llamadas miedo y codicia
Pronto, habrá una brecha tan grande entre pobres y ricos, que el caos estallará y será el colapso de otra gran civilización