No hay desesperación tan absoluta como la que sobreviene en los primeros momentos de nuestra primera gran tristeza, cuando todavía no sabemos lo que es haber sufrido y recibir alivio, haber desesperado y recobrar la esperanza.
La desesperación es el resultado de pretender tomarse en serio la vida con todas sus bondades, la justicia y la razón, y de cumplir con sus exigencias.
No hay situaciones desesperadas; sólo hay hombres que se desesperan en determinadas situaciones.
Una situación se convierte en desesperada cuando empiezas a pensar que es desesperada.
No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives.
Sólo en la imaginación de los hombres encuentra toda la verdad una auténtica e innegable existencia. La imaginación, y no la invención, es la maestra suprema del arte y de la vida.
Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de resolver el problema. ¡Enfrentarse a él!.
Juzga a un hombre tanto por sus amigos como por sus enemigos.
No me gusta el trabajo, a nadie le gusta; pero me gusta que, en el trabajo, tenga la ocasión de descubrirme a mí mismo.
La fuerza de uno es solo un accidente que se deriva de la debilidad de los otros.