Los vicios vienen como los pasajeros, nos visitan como húespedes y se quedan como amor.
Ha sido mi experiencia que gente que no tiene vicios tiene muy pocas virtudes.
Cuando los vicios nos dejan, nos envanecemos con la creencia de que los hemos dejado.
Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño.
Es más costoso alimentar un vicio que criar dos hijos.
La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia.
Engañar al que engaña es doblemente entretenido.
La mayor desgracia es merecer la desgracia.
Ningún camino de flores conduce a la gloria.
A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.