Un país habrá llegado al máximo de su civismo cuando en él se puedan celebrar los partidos de fútbol sin árbitros.
Tengo dos problemas para jugar al fútbol. Uno es la pierna izquierda. El otro es la pierna derecha.
Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.
Mucha gente piensa que el fútbol es un juego a vida o muerte, pero es mucho más importante que eso.
El problema con los árbitros es que conocen las reglas, pero no conocen el juego.
Perdonaré que no acierten, pero no que no se esfuercen
La herramienta más educativa que yo he tenido ha sido a través del deporte. Allí he aprendido a aceptar la derrota, que otro es mejor, a levantarme después de no haber hecho bien las cosas, esforzarme para hacerlo mejor...
Yo no he encontrado aun a un futbolista, a un deportista de alto nivel, que no le guste aquello que hace
Tranquilos, veréis como algún día, Leo hará un gol de cabeza. Y será un buen gol
Cuando juega sin presión, Messi se aburre