Las dichas y las desdichas suelen andar tan juntas, que tal vez no hay un medio que las divida: andan el pesar y el placer tan aparejados, que es simple el triste que se desespera y alegre el que se confía.
Cuando la tripulación y el capitán están cordialmente compenetrados, es preciso un temporal y más que un temporal para lanzar la nave contra la tierra.
Aparta la imaginación de los sucesos adversos que te podrán venir; que el peor de todos es la muerte, y como ésta sea buena, el mejor de todos es morir.
Si quieres inmunizarte contra la adversidad, suplica a los dioses invisibles que con tu felicidad mezclen también sufrimiento.
Suceda lo que suceda, aun en los días más borrascosos, las horas y el tiempo pasan.
Para lograr el éxito, mantenga un aspecto bronceado, viva en un edificio elegante, aunque sea en el sótano, déjese ver en los restaurantes de moda, aunque sólo se tome una copa, y si pide prestado, pida mucho.
Me pinto el cabello de negro para los encuentros amorosos, y de blanco para las reuniones de negocios
Frío y fuerte en la superficie, lleno de fuego y caliente por dentro
Tal vez yo sea engañado muchas veces, pero no dejaré de creer que en algún lugar alguien merece mi confianza
Cuida tu cuerpo. Haz de él lo mejor que puedas. No te preocupes por los defectos. Mírame a mí. No soy ningún Dios griego, pero no perdí mi tiempo lloriqueando porque no nací con aspecto de dios. Recuerda que nadie es tan feo como se piensa que lo es