El ojo recibe de la belleza pintada el mismo placer que de la belleza real.
La belleza complace los ojos; la dulzura encadena el alma.
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
¿No ves tú que, entre las humanas bellezas, un bellísimo rostro detiene a los transeúntes mejor que las riquezas que lo encuadran?
Para mí, la belleza es la maravilla de las maravillas. Sólo los superficiales no juzgan por las apariencias. El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible.
Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.
Yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara.
Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuese admirable.
Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.