Quizás te diga un día que dejé de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte; y acaso no comprendas en esa despedida, que, aunque el amor nos une, nos separa la vida
Dejo la casa donde nací, dejo la aldea que conozco, por un mundo que no he visto. Dejo amigos por extraños, dejo la ribera por el mar, dejo en fin cuanto quiero bien... ¡Quién pudiera no dejar!
Siempre hay un tiempo para marchar aunque no haya sitio a donde ir
Se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida
El dolor de la separación no es nada comparado con la alegría de reunirse de nuevo
Quizás te diga un día que dejé de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte; y acaso no comprendas en esa despedida, que, aunque el amor nos une, nos separa la vida
Te digo adiós si acaso te quiero todavía quizás no he de olvidarte... Pero te digo adiós No sé si me quisiste... No sé si te quería o tal vez nos quisimos demasiado los dos
Yo no sé desde dónde, hacia dónde, ni cuándo regresarás... Sé sólo que te estaré esperando
Leyendo un libro, un día, de repente, hallé un ejemplo de melancolía: Un hombre que callaba y sonreía, muriéndose de sed junto a una fuente
Espero tu sonrisa y espero tu fragancia por encima de todo, del tiempo y la distancia