El lenguaje es lo más intrascendente, superficial e inestable, y su encanto se desvanece por completo cuando se advierte la intención en su manejo.
Harto de todos aquellos que vienen con palabras, palabras pero no lenguaje, partí hacia la isla cubierta de nieve. Lo indomable no tiene palabras. Sus páginas blancas se desperdigan en todas las direcciones. Me encuentro con unas huellas de patas de ciervo en la nieve, nada de palabras, sino un lenguaje.
Nadie debe viajar hasta que no haya aprendido el idioma del país que visita. De lo contrario se convierte voluntariamente en un bebé, tan indefenso y ridículo.
Sólo hay mundo donde hay lenguaje.
Pero si el pensamiento corrompe el lenguaje, el lenguaje también puede corromper el pensamiento.
El sabio no enseña con palabras, sino con actos.
Observa todo lo blanco que hay en torno tuyo, pero recuerda todo lo negro que existe.
La perfección del que imparte órdenes es ser pacífico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos.
El hombre corriente, cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.
Lo que le da su valor a una taza de barro es el espacio vacío que hay entre sus paredes.