La tentación nunca nos halla tan flacos como al estar ociosos.
El ser tentado es signo de que el alma es muy grata al Señor
No hay virtud tan fuerte que pueda estar segura contra la tentación
El mundo está lleno de supuestos “rebeldes” que lo único que desean en el fondo es que les castiguen por ser libres, que algún poder superior de este mundo o de otro les impida quedarse a solas con sus tentaciones
Nunca resisto la tentación, porque he descubierto que lo que es malo para mí no me tienta
Porque no mucho saber harta y satisface al ánima, mas el sentir y gustar de las cosas internamente
Alcanza la excelencia y compártela
No tener moderación muchas veces es causa de que el bien se convierta en mal y la virtud en vicio
El examen de conciencia es siempre el mejor medio para cuidar bien el alma
¿Qué queréis, Señor, de mí?