La tentación nunca nos halla tan flacos como al estar ociosos.
Quien evita la tentación evita el pecado
El ser tentado es signo de que el alma es muy grata al Señor
No hay virtud tan fuerte que pueda estar segura contra la tentación
El mundo está lleno de supuestos “rebeldes” que lo único que desean en el fondo es que les castiguen por ser libres, que algún poder superior de este mundo o de otro les impida quedarse a solas con sus tentaciones
El peor pecado contra el prójimo no consiste en odiarle, sino en mirarle con indiferencia. Ésta es la esencia de la humanidad.
El amor hay que pedirlo. Es como un espíritu que no puede hablar antes de que se le haya dirigido la palabra. Todo amor en el mundo está deseando hablar, pero no se atreve porque es tímido, tímido, tímido. Esa es la tragedia de la vida.
Este es el verdadero disfrute de la vida; el ser utilizado para un fin que uno mismo reconoce como realmente valioso; ser una fuerza de la naturaleza en vez de un pequeño atado, febril y egoísta, de males y de quejas de que el mundo no se va a dedicar a hacerlo a uno feliz.
El hombre que escucha la razón está perdido. La razón esclaviza a todos los que no son bastante fuertes para dominarla.
El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa.