El alma desordenada lleva en su culpa la pena.
Hay un remedio para las culpas, reconocerlas.
Los sentimientos de culpa son muy repetitivos, se repiten tanto en la mente humana que llega un punto en que te aburres de ellos.
Como en las deudas, no cabe con las culpas otra honradez que pagarlas.
Echó afuera esa imperiosa necesidad de culpar a los otros, que es patrimonio específico de los corazones inferiores.
Sólo siento, de los paisanos criollos, a quienes ha sido mi ánimo no se les siga algún perjuicio
Yo Don José I por la gracia de Dios, Inca, Rey del Perú. Por cuanto es acordado en mi Consejo por junta prolija por repetidas ocasiones, ya pública, que los Reyes de Castilla me han tenido usurpada la corona y dominio de mis gentes, cerca de tres siglos
Ya en Cuzco, con empeño, quieren sacudir, y es ley, el yugo de ajeno rey y reponer al que es dueño. ¡Levantarse, americanos! ¡Tomen armas en las manos, y con osado furor,maten sin temor a los ministros tiranos!
Hago saber a los paisanos criollos, que viendo el yugo fuerte que nos oprime con tanto el pecho, y la tiranía de los que corren con este cargo sin tener conmiseración de nuestras desdichas y exasperado de ellas y de su impiedad, he determinado sacudir este yugo insoportable y contener el mal gobierno que experimentamos de los jefes que componen estos cuerpos
Vivamos como hermanos y congregados en un solo cuerpo. Cuidemos de la protección y conservación de los españoles, criollos, mestizos, zambos e indios, por ser todos compatriotas, como nacidos en estas tierras y de un mismo origen