Un filósofo es un tipo que sube a una cumbre en busca del sol; encuentra niebla, desciende y explica el magnífico espectáculo que ha visto.
Cuatro cosas no pueden ser escondidas durante largo tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la pobreza.
Nada es más grato al espíritu del hombre que el poder de la dominación.
Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás.
El primer paso hacia la filosofía es la incredulidad.
Las matemáticas son una gimnasia del espíritu y una preparación para la filosofía.
El malo lo es por ignorancia, y por tanto se cura de ello con la sabiduría.
Sólo hay un bien, el conocimiento; sólo hay un mal, la ignorancia.
El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo, se sabe el valor que tiene.
Cuatro características corresponden al juez: Escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente.