No hay nostalgia peor que añorar, lo que nunca jamás sucedió.
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.
Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta.
El hecho de ser habitados por una nostalgia incomprensible sería, al fin y al cabo, el indicio de que hay un más allá.
La añoranza es el camino previo a convertirse en estatua de sal.
El lirismo es una embriaguez y el hombre se embriaga para confundirse más fácilmente con el mundo.
La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido.
Allí donde habla el corazón, es de mala educación que la razón lo contradiga.
Estoy bajo el agua y los latidos de mi corazón producen círculos en la superficie.
El hombre desdichado busca un consuelo en la amalgama de su pena con la pena de otro.