El hambre suele producir poemas inmortales. La abundancia, únicamente indigestiones y torpezas.
La mejor salsa es el hambre.
Antes de dar al pueblo sacerdotes, soldados y maestros, sería oportuno saber si por ventura no se está muriendo de hambre
Si fuera fácil resolver el problema del hambre, no tendríamos hambre
Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas, cicatrices y heridas, señales y recuerdos del hambre, contra tantas barrigas satisfechas: cerdos con un origen peor que el de los cerdos
Venezuela nunca será colonia norteamericana ni de nadie
¿Quién ha invadido países y pueblos enteros durante cien años y más? ¿Quién ha lanzado miles y miles de bombas sobre pueblos indefensos, incluyendo bombas atómicas? Queremos respeto a las naciones. Queremos respeto al derecho internacional. Queremos respeto a la autodeterminación de los pueblos
Aquí tenemos una lucha a muerte contra la corrupción. Y hay unos poderes que están funcionando. Nunca antes funcionaron como hoy los poderes venezolanos en plena autonomía
Uno recuerda el deporte; yo aprendí a perder desde niño, a reconocer a un bateador cuando no pude y me sacó la pelota de jonrón. A mí me gusta, incluso, darle la mano y un abrazo. Ah, pero también aprendí a ganar y a ser humilde en la victoria y aspirar a un adversario que reconozca con honor nuestra victoria
Es una victoria de mierda y la nuestra una derrota de coraje