Una sola piedra puede desmoronar un edificio
Evitad las menudas superfluidades, porque por una rendija puede naufragar un navío
Las cosas pequeñas, si se ponen juntas, son más grandes que las grandes
Hasta un solo cabello hace su sombra
No os incomodéis por pequeñeces, ni por ocurrencias ordinarias o evitables
Lo terrible en cuanto a Dios, es que no se sabe nunca si es un truco del diablo.
Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte.
Morir, morir... Morir no es nada. Empieza pues por vivir. Es más divertido y más largo.
Siempre habrá un perro perdido en alguna parte que me impedirá ser feliz.
Las preocupaciones acaban por comerse unas a otras, y al cabo de diez años, se da uno cuenta de que se sigue viviendo.