El objetivo del arte no es provocar una descarga momentánea de adrenalina, sino que es más bien la construcción progresiva, que compromete para toda la vida, de un estado de deslumbramiento y de serenidad.
De no haber remedio humano para nuestras flaquezas artísticas, preferible es que seamos alternativamente geniales y tontos, que no que fuéramos constantemente correctos y mediocres.
Las artes son el medio más seguro para eludir el mundo; las artes son el medio más seguro para unirse a él.
El arte, esa nueva y tiránica religión que se sitúa por encima del bien y del mal, y es indiferente al hombre, al placer, al dolor, a la moral, a la vida y a la muerte.
El deseo de dejar una huella de lo efímero de la vida es lo que provoca la creación artística.
En los pequeños detalles y cuando está desprevenido es cuando el hombre pone mejor de manifiesto su carácter.
Las más excelsas, las más variadas y duraderas alegrías son las espirituales.
El dolor por el deseo incumplido es mínimo comparado con el del arrepentimiento; porque aquél tiene delante el siempre abierto e inconmensurable futuro, y éste el irrevocable y perdido pasado.
Los hombres vulgares han inventado la vida de sociedad porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos.
El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales.