La oxidación por falta de uso gasta mucho más las herramientas que el propio trabajo.
Las bases indispensables de la sociedad son el ocio y el lujo.
El sabio uso del ocio es un producto de la civilización y de la educación.
La pereza viaja tan lento que la pobreza no tarda en alcanzarla.
Es siempre a costa del propio reposo que se intenta turbar el ajeno.
¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?
La política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres.
El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
Todo pensador profundo tiene más miedo a ser entendido que a ser malentendido.
El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.