El diplomático es una persona que primero piensa dos veces y finalmente no dice nada.
Me pinto el cabello de negro para los encuentros amorosos, y de blanco para las reuniones de negocios
No hay cosa que cause más daño que pasar por inteligente la gente astuta
Tonto como un zorro
Jamás persona alguna de humilde estado ha ganado gran poder sólo por medio de la fuerza, pero sí sólo con la astucia
El humorismo no es una facultad del espíritu sino del corazón.
Lo que el vértigo es para el cuerpo, eso es la embarazosa timidez para el alma
No arrepentirse de nada es el principio de toda ciencia
El humor no es un don del espíritu, sino del corazón
Agotad antes todas las locuras: así se llega a la tierra de la sabiduría