No existe una manera fácil. No importa cuán talentoso seas, tu talento te va a fallar si no lo desarrollas. Si no estudias, si no trabajas duro, si no te dedicas a ser mejor cada día.
El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos.
El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia.
Hacer con soltura lo que es difícil a los demás, he ahí la señal del talento; hacer lo que es imposible al talento, he ahí el signo del genio.
Por encima del talento están los valores comunes: disciplina, amor, buena suerte, pero, sobre todo, tenacidad.
¿Cómo puedes llegar a conocerte a ti mismo? Nunca por la reflexión, sino esforzándote y tratando de cumplir tu deber, sabrás en seguida qué pensar de ti.
Vale más hacer la cosa más insignificante del mundo que estar media hora sin hacer nada.
La máxima infelicidad, como la máxima felicidad, modifica el aspecto de las cosas.
Saber no es suficiente; tenemos que aplicarlo. Tener voluntad no es suficiente: tenemos que implementarla.
El aburrimiento es una mala hierba, pero también una especia que hace digerir muchas cosas.