Cuanto más honrado es un hombre más le cuesta sospechar que los otros no lo sean.
La honradez es siempre digna de elogio, aún cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho.
La primera ley de la amistad es pedir a los amigos cosas honradas; y sólo cosas honradas hacer por ellos.
Más vale morir con honra que vivir deshonrado.
Aquel hombre que pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y la honra.
Procuro ser siempre muy puntual, pues he observado que los defectos de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien la espera.
El honor es una isla escarpada y sin riberas: El que ha caido de ella, no puede volver a subir.
Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados, sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.
Haceos con amigos dispuestos a censuraros.
A menudo el temor de un mal nos lleva a caer en otro peor.